NAVEGADORES
Para mucha gente pueden llegar a pasar
desapercibidos, pero los navegadores web son
esenciales para el acceso y circulación por Internet, son el vehículo mediante
el cual navegamos a través de la infinita red. Si nos fijamos en la definición
que nos da la Wikipedia, “un navegador o, en inglés, un browser, es un software
que permite el acceso a Internet, interpretando la información de los sitios
web para que éstos puedan ser leídos”. Y prosigue: “La funcionalidad básica es
permitir visitar
páginas web y hacer actividades en ellas“.
Poco a poco han ido ganando funcionalidades que
nos hacen la vida en Internet más fácil: guardan un historial de los lugares
que visitamos, autocompletan las palabras o frases que escribimos e, incluso,
recuerdan las contraseñas de acceso a los
servicios.
Estas prestaciones son muy útiles, pero debemos
tener en cuenta que los navegadores son empleados también por individuos
malintencionados para acceder a nuestros dispositivos. Por ello, hemos de
conocer sus riesgos y adoptar precauciones para poder disfrutar de las ventajas
de la tecnología de forma segura.
Navegar por Internet no es como ver una revista.
Si no somos cuidadosos estamos expuestos a toda una serie de riesgos: robo de
información, pérdida de privacidad, o perjuicio económico entre otros.
Por tanto, si queremos disfrutar de las ventajas
de la tecnología sin incurrir en riesgos debemos tomar ciertas precauciones al
navegar:
- Evitar utilizar la opción de recordar contraseñas.
- Cerrar las sesiones a través de la opción ‘logout’ o ‘cerrar
sesión’, en lugar de simplemente cerrar la ventana.
- Desmarcar la opción de ‘mantener la sesión abierta’ al iniciar una
sesión en redes sociales o
servicios de correo electrónico,
especialmente si estamos en un equipo compartido.
- Revisar de vez en cuando los complementos y extensiones instaladas.
Instalar sólo aquellos con buena reputación y ofrecidos en las páginas
oficiales de los navegadores.
- Emplear la opción de navegación ‘en privado’ en equipos compartidos
o públicos.
- Instalar un verificador de páginas web, normalmente proporcionado
por los principales antivirus.
- Proteger nuestra privacidad evitando las opciones que permiten al
navegador guardar información sensible.
- Familiarizarnos con las opciones de ajuste que ofrece nuestro
navegador.
- Mantener el navegador actualizado.
- Estar alerta y no visitar páginas sospechosas.
Los
complementos y plugins
Los complementos o extensiones son elementos que
se instalan en nuestros navegadores para hacerlos más eficientes, encargándose
de funciones específicas: barras de búsqueda, integración con otros servicios,
bloqueo de pop-ups, etc.
Las
cookies
Las cookies son pequeños
ficheros que los navegadores almacenan en el ordenador con datos del usuario
sobre las páginas web visitadas.
Esta información puede
contener las opciones de idioma o visualización elegidas, el contenido que ha
sido consultado, el identificador de sesión de un usuario o las credenciales de
acceso. Su utilidad es facilitar la navegación aunque, una vez guardada, la
información puede servir para otros propósitos.
Hoy en día no tenemos,
para el usuario medio, muchas alternativas aparte de aceptar el uso de cookies.
Si las desactivamos, es posible que algunos servicios no funcionen
correctamente. No obstante, puedes borrar periódicamente las cookies instaladas
en tu equipo (consulta cómo hacer esto con Chrome, Internet Explorer y Firefox).
Los principales navegadores web de Internet
·
Google Chrome: Es uno
de los más conocidos y más usados, básicamente
porque es el que asegura una velocidad mayor.
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