Cada día estamos expuestos a grandes cantidades de microorganismos, y algunos contienen virus y bacterias nocivos para la salud.
Los microbios, esos diminutos invasores imperceptibles para el ojo humano, están por todas partes y escapar de ellos, además de innecesario, resulta imposible. Se pueden encontrar en el aire, en la comida, en la ropa, en el agua…, pero no hay que alarmarse, pues no todos los gérmenes son nocivos o suponen una amenaza para la supervivencia humana.
Cierto es que con el paso de los años, la convivencia con estos no ha sido siempre una tarea fácil, ya que, debido a sus continuas mutaciones, algunos consiguen desarrollar una especie de súper resistencia que sí puede poner en riesgo la salud de las personas.
Existe una clasificación general de estos en cuatro grandes grupos. Los gérmenes se dividen así en hongos, virus, bacterias y parásitos. Los hongos son organismos multicelulares que habitan comúnmente en zonas húmedas y cálidas. Los virus, a diferencia de los primeros, sí son peligrosos para la salud pues, a partir de un receptor vivo (como el cuerpo humano), se desarrollan y dan lugar a enfermedades, como la gripe. Las bacterias se pueden reproducir tanto dentro como fuera de nuestro organismo y algunas de ellas (ya que muchas facilitan y permiten la vida humana) son las causantes de desarrollar infecciones como por ejemplo una amigdalitis o neumonía. Por último, los parásitos son los gérmenes que, a través del agua u otros alimentos nos producen infecciones estomacales como diarrea o el dolor de tripa.
Pero, si no podemos evitar la presencia de gérmenes, ¿cómo se previene el contagio?
Pues bien, lavarse las manos es la mejor opción y de las más eficaces. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este simple gesto es la medida más importante para evitar la transmisión de gérmenes perjudiciales y evitar las infecciones asociadas. Según la entidad, el control de estas constituye una base sólida y esencial para la seguridad de las personas.
Queda claro que no hay escapatoria y que, en mayor o menor agrado, los gérmenes van a seguir siendo un fiel compañero de vida. Lo más apropiado es seguir los consejos de higiene de los expertos y estar atento de dónde ponemos las manos. Por ello, en esta galería presentamos los lugares y actividades más comunes, y por desgracia, más sucias a las que nos enfrentamos día tras día sin darte cuenta.
- Monedas y billetes.
- Teclado del ordenador.
- Teléfono móvil.
- Taza del váter.
- Grifo.
- Estropajo o esponja de cocina.
- Agarraderas del tren, metro o autobús.
- Botones del ascensor.
- Pomos de las puertas.
- Carta de restaurante.
- Mandos a distancia.
- Carros de la compra.
- Tablas de cocina.
- La goma negra de las escaleras mecánicas.
- Cepillos de dientes.
- Cajero automático.
- Trapos de cocina y toallas de baño.
- Almohadas.....
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